¿Alguna vez ha pensado dónde queda registrada y almacenada toda la información que genera su empresa? Si no se ha planteado nunca esta cuestión sería muy aconsejable que se lo planteara. Por una sencilla razón. Porque, por encima de planes y estrategias, el elemento clave de toda entidad que así se precie (la suya, también, por supuesto) es la información que gestiona. Sin información, no hay negocio y sin un sistema que garantice el mantenimiento y la búsqueda cada vez más rápida de dicha información, la tarea se vuelve directamente imposible. Hasta ahora, los ‘grandes’ servidores físicos han constituido el principal soporte en el que ha quedado almacenada y clasificada la información que manejaba una compañía. Esta solución «tradicional» ha quedado en entredicho por tres motivos, sobre todo – Seguridad. ¿Recuerda lo ocurrido con el Windsord? Cualquier incidente puede suponer una pérdida irreparable de información y conocimiento básico para el funcionamiento de la empresa. – Eficacia. A más información, más necesidad de espacio físico lo que requiere un gasto mayor. A esto hay que sumar un problema de operatividad que viene dado porque las empresas cada vez incluyen espacios de trabajo ubicuos que han superado claramente los limites tradicionales. Esto es, esos espacios físicos constituidos por una mesa y una silla dentro de un gran edificio de oficinas. – Tecnología. La extensión del concepto «nube» y, por consiguiente, del cloud computing ha impulsado el uso de sistemas de registro, monitarización y almacenaje «virtuales». Pero, ¿en qué consiste efectivamente el Cloud Computing? Si lo tuviéramos que definir diríamos que se trata de disociar el hardware del software para crear una nube de aplicaciones que se convertirán en una serie de recursos fáciles de entender y manejar por la persona que debe utilizarlos para su cometido profesional. Por lo tanto, ¿cuántos tipos de sistema Cloud existen y qué beneficios puedo obtener de ellos? – Cloud Privado. En este caso trabajamos con un sistema virtual que se establece dentro de nuestra organización. La ventaja fundamental de este sistema es que garantiza máxima privacidad puesto que la organización mantiene en todo momento el control y la supervisión de la información que se registra en la nube. – Cloud Público. Se establece un sistema virtual ‘externo’ a la organización. Aquí la nube puede albergar no solo nuestra información sino, además, la de otras organizaciones ajenas a nuestra actividad. Para este caso, además, se recomienda el pago por uso bien sea de plataforma, infraestrucutras o de software para nuestra empresa. – Cloud Híbrido. Sistema cada vez más extendido en el que se combinan espacios privados con otros públicos. En este último caso, además, se aconseja contar con proveedores que demuestren una trayectoria y una calidad en su servicio que nos garantice un aprovechamiento máximo y transparente que redunde en una mejora de los niveles de competitividad y eficacia de nuestra organización.   ¿Quiere conseguir más información y que su empresa sea beneficiaria de todas estas ventajas? Infórmese sin compromiso: info@cistec.es Estaremos encantados de poder atenderle.]]>